lunes, 28 de marzo de 2016

Remando solo por aguas mallorquinas


Ahora que hace tiempo que no salgo a navegar con el kayak (debido al mal tiempo de las últimas semanas) creo que es hora de escribir algo que no sea relativo a un día determinado de excursión.

Este pasado invierno ha sido el primero que he pasado saliendo a remar cuando las condiciones varias me lo permitían. Hace ya unos 3 ó 4 años que me inicié en el mundillo de los kayaks, pero como ya he comentado en anteriores posts, este invierno ha sido el primero que he podido disfrutar de un kayak de travesía. Los kayaks de travesía te permiten poder navegar en cualquier época del año sin necesidad de mojarte demasiado. Habrá algún valiente que salga a remar en invierno con algún kayak autovaciable o "sit-on-top", pero para ello tienes que equiparte con neoprenos, chubasqueros, etc., y aún así puedes acabar con el culo empapado.

El único inconveniente es que he tenido que remar solo cada vez que quería salir a navegar. Siempre he escogido días con el mar muy liso para remar este invierno, obviamente por motivos de seguridad y comodidad. Remar solo hace que la experiencia sea totalmente distinta a navegar en compañía. Tiene sus ventajas y sus inconvenientes, pero si quieres salir a navegar y nadie se anima, no te queda otra que echar "pa'lante".

Sin querer preocupar a nadie, por motivos de seguridad, remar solo es bastante desaconsejable. Hay que tener en cuenta que el mar es impredecible, y tener un compañero a mano es un gran alivio ante todo tipo de adversidad que pueda surgir. Puedes caer al agua y no poder subir al kayak. Existen métodos de autorescate como el esquimotaje, con diferentes formas y técnicas, pero hay que tener muy entrenado y automatizado el movimiento. Con un compañero, la facilidad de subir al kayak aumenta enormemente, ya que te puede estabilizar el kayak, darte tranquilidad, un punto de apoyo, etc. De todas maneras, yo personalmente no suelo remar a más de 50-100 metros alejado de la costa, por lo que aún a malas podría nadar remolcando el kayak hasta encontrar una roca o punto de apoyo fijo que me ayudase a subir de nuevo, en caso de no saber hacerlo en aguas profundas, que SÍ que sé. (Esto último no es por vacilar, es por tranquilizar a mis allegados).

Algo muy destacable de remar en compañía es poder compartir momentos y conversaciones con tus compañeros de travesía. Me podéis creer si os digo que cualquier conversación, por inútil que sea, remando bajo los acantilados de la Serra Tramuntana y con la brisa del mar, se convierte en algo un poco más especial.

Lo que sí es importante es llevar el material necesario, sobretodo cuando vas solo. Chaleco, bomba de achique, agua y comida, móvil a tope de batería y en su funda estanca, etc., son elementos de seguridad que no deben faltar nunca, pero mucho menos cuando nos encontramos solos en medio de la naturaleza. Pinchando AQUÍ podéis ver el material que suelo llevar a mis expediciones. Además, son en los momentos que vas remando solo cuando puedes realizar ajustes y pruebas de tu equipo sin necesidad de impacientar o retrasar la marcha cuando se va acompañado. A parte de los diferentes elementos de seguridad, yo personalmente voy informando aproximadamente cada 20-30 minutos de mi ubicación, estado físico, signo del zodiaco, etc., a mi controladora aérea, marítima y terrestre en base, Anita.

A parte de cuestiones de seguridad, remar solo es algo más libre que ir acompañado. Tú marcas el ritmo, tú decides las pausas y tú trazas la ruta. Cuando remas acompañado, es conveniente ir echando un ojo a tus compañeros, para ver su localización respecto a ti y para asegurarse de que todo va sobre la marcha y no tienen ningún problema. Esto no te preocupa cuando vas solo. Únicamente te centras en tu estado, en tus sensaciones. Remar solo ofrece un puntito terapéutico que sólo lo conoces cuando solamente estáis tú y el mar. No me considero una persona muy anti-social, pero he conseguido cogerle el puntito a remar solo y es algo que me va haciendo falta cuando llevo un par de semanas sin poder salir a navegar.