martes, 12 de abril de 2016

Primera salida en la primavera del 2016

El pasado domingo nos lanzamos al mar una pequeña expedición para poder disfrutar de la primera salida en kayak de esta primavera. Antes de iniciar cualquier salida me encargo de mirar los partes meteorológicos y las diferentes webcams que apuntan al mar, por aquello de que una imagen vale más que mil palabras. Los partes meteorológicos coincidían en señalar fuertes vientos desde el sur, lo que nos confirmaba que nos íbamos a encontrar con un mar bastante plano, ya que en Sóller, si el viento sopla de sur significa que sopla desde tierra hacia el mar. Las webcams lo confirmaban también, y mostraban un engañoso mar liso.

Esta salida en kayak fue el bautismo del nuevo miembro de la tripulación de Los Pollos en Kayak, Mikos Salminen, un gran amigo mío que conocí durante mi estancia en Holanda hace un par de años. Mikos ya había venido conmigo en kayak un par de veces, pero cuando todavía no estaban inaugurados Los Pollos en Kayak, por lo tanto el domingo fue su entrada oficial en la tripulación. Cuando salimos de la bahía del Puerto de Sóller, tras un ratito remando dirección norte, nos dimos cuenta que el viento soplaba más fuerte de lo que habíamos pensado, pero no fuimos conscientes del todo ya que teníamos el viento en popa. Es por ello que decidimos dar media vuelta ya que la vuelta iba a ser eterna. Fue la mejor decisión que pudimos tomar, ya que en cuanto encaramos los kayaks hacia el faro del Puerto de Sóller, tuvimos que "pelear" con un mar aparentemente liso pero con fuerte viento en contra para poder avanzar apenas 200 metros y encontrar un refugio donde no fuéramos vulnerables al viento.

Una vez llegados a este "descansillo" marítimo, echamos el ancla y sacamos los bártulos de pesca ya que el mar no estaba como para irse de ruta. Decidimos entonces disfrutar el mar parados con unas cervecitas y un pequeño tentempié que siempre sabe a gloria. Tras un par de horas sobre los kayaks pescando, haciendo fotos, y tonterías varias, cogimos fuerza para afrontar nuestra segunda y última pelea del día, la entrada a la bahía del Puerto de Sóller, donde nos íbamos a encontrar fuera de nuestro acogedor refugio y con el fuerte viento en contra que nos dificultaría alcanzar la playa del Puerto de Sóller. Por ello guardamos y atamos toda la chismería en los kayaks para evitar perder cosas ante un posible vuelco o movimiento brusco. Es conveniente señalar que hay que guardar todo lo posible dentro del kayak, ya que los bultos fuera del kayak son mucho más sensibles al viento y a las olas.


He de admitir que nunca me había costado tanto entrar en la bahía, pero también fue la entrada más divertida que he hecho nunca. No había grandes olas, pero era como remar en un río contracorriente. Cada cierto tiempo iba echando una ojeada a mi compañero por si el cansancio podía con él, pero Mikos es un tipo fuerte, no admito blandengues en mi tripulación.


Uno de los momentos de mi kayak DarkShark luchando con las olas


Finalmente alcanzamos la playa del puerto, con gran satisfacción por la pelea ganada. Esta salida nos ha enseñado que hay veces que el mar puede estar muy movido y no soplar nada de viento y otras veces puede estar aparentemente liso pero muy poco navegable por fuerte viento. De todo se aprende y lo importante es acumular experiencias que te hagan ser mejor cada día. Ningún mar en calma hizo experto a un marinero.