martes, 6 de abril de 2021

Excursión en kayak por Cala Blava

Hola Pollos! hoy tocaba travesía en kayak. Pero no una travesía cualquiera, no, hoy tocaba una travesía “full team Kayakiki”. Con el equipo Kayakiki al completo nos decantamos por explorar la zona de Cala Blava en nuestra preciosa isla de Mallorca, una de las zonas menos castigadas por los vientos de los últimos días.

José y yo llegamos tarde al encuentro, mientras Andrés y Esteban ya estaban con los trastos en las transparentes aguas de Cala Blava. El canario estrenaba su recién adquirida Laser Rainbow que tantas alegrías le dará en un futuro kayakiki, eso lo tenemos claro.

Esteban y José. La cosa va de Rainbows

Con ritmo alegre entre conversaciones de colegueo, marchamos rumbo sur, sin un destino claro, simplemente donde nos llevasen nuestros brazos y donde nos dejase el mar, pues no estaba muy clara la dirección del viento.

Saliendo de Cala Blava. Como niños con juguete nuevo.

Personalmente la zona ya la conocía, pero nunca había navegado en kayak por aquí, así que me di cuenta que conocía menos de la mitad de la mitad de esta maravillosa zona. Para quién no lo sepa, explorar una zona en kayak te permite conocer en profundidad el lugar en cuestión, ya que percibes detalles que pasarías de largo si vas en barco a mayor velocidad o inaccesibles si vas a pie desde tierra.

Doblando el Cap Enderrocat y las habitaciones del hotel Cap Rocat (el hotel más privado del Mediterráneo, ubicado en una antigua fortaleza, conservando su arquitectura única y el entorno natural de Mallorca) empezó el festival de azules y turquesas del agua bajo nuestros kayaks. Antes de llegar a la playa del Delta, pudimos disfrutar de zonas totalmente privadas de presencia humana, con aguas cristalinas y alguna que otra cueva.

Mis amigos Kayakikis. Son feos pero por el contraste con el agua tan bonita

Una vez llegado a Maioris, empezamos a ver gente entre las rocas, de paseo, de excursión, de tetitas al aire o de picnic, el día invitaba a ello y encima en domingo (domingas al aire, claro, por eso). He de decir que los kayakistas supimos sortear bastante bien las rocas salientes de la zona, a pesar de las distracciones. Igualmente todos vimos como Esteban rozó el kayak con las piedras más de lo normal, la próxima vez le pondremos unas orejeras como a los burros.

Pasamos las aguas que bañan Sa Torre, Badia Blava, Badia Gran y Tolleric para hacer nuestra primera y única parada de la travesía. Por sugerencia de Andrés, paramos en un sitio conocido y visitado anteriormente en una de sus travesías. Un sitio muy cómodo, muy accesible y muy resguardado de posibles vientos y jaleos que pueda haber en el mar. Da gusto salir a remar con compañeros que se conocen cada recoveco de esta isla.

Zona picnic Kayakiki. Eres bienvenido si traes comida y bebida

Después de llenar el buche y meter gasolina al cuerpo, partimos de nuevo siguiendo rumbo sur. Exploramos de nuevo zonas sin presencia humana, disfrutando de la calidad del agua y de las paredes de roca que rozábamos al paso. Entramos en una par de cuevas y decidimos poner rumbo de vuelta a Cala Blava, con el faro de Cap Blanc al fondo y con la majestuosa Cabrera más al fondo.

En el trayecto de vuelta, como de costumbre, poco más que añadir. Disfrutamos de una pequeña empopada durante el primer tramo y de aguas muy calmadas a mitad de trayecto. Las zonas de Sa Torre, el Delta y Maioris ya estaban mucho más llenas de gente y de barcos, normal a mediodía. Personalmente me gustó mucho esta zona y prometo venir más a menudo por aquí. Me quedé con ganas de bañarme pero el agua todavía está muy fría, quizás más adelante. Es posible que cuando el agua esté más calentita haya más gente y más barcos por la zona, pero con el kayak te puedes apartar de todo eso y conquistar una pequeña roquita más apartada para tu disfrute personal. Esa es la esencia del kayak, el acceso a los lugares más privados de la naturaleza, TRALARÍ TRALARÁ.