jueves, 10 de noviembre de 2016

Excursión en Kayak a Sa Calobra



Este mes de noviembre arrancó con una excursión a Sa Calobra en kayak. El pasado día 1, día de Todos los Santos, hizo un tiempo perfecto para salir al mar. Durante la época de invierno hay que aprovechar los días de calma en el mar para poder disfrutar de él. Pelear con el mar un tanto bravucón en verano es algo incluso divertido, pero en invierno te mojas y eso no mola tanto.

Antes de salir, decidí hacer unas pequeñas variaciones en mis aparejos de pesca, ya que en las últimas salidas no había vuelto con ninguna captura a casa. El cambio de estación afecta al tipo de presas y a la forma de capturarlos y hay que saber adaptarse. En principio iba a pasear con el kayak simplemente, pero aunque no me llevé la caja ni caña de pescar, me llevé un poco de hilo para ir arrastrándolo. 

Durante los primeros minutos de excursión ya se notaba que estábamos en noviembre. El mar no se encontraba tan saturado de barcos como en verano, y eso se traducía en una mayor claridad del agua. Además, como el aire es fresco, da más sensación de pureza.

Como el mar lo permitía, fui bastante rápido durante todo el trayecto. Pasé rápidamente Ses Puntes, S'Illeta y la desembocadura del Torrent de Na Mora. Antes de llegar a Sa Costera noté una picada. Me puse bastante contento porque los cambios en el aparejo de pesca habían dado su fruto. Cuando recogí el hilo, saqué un espetón, Peter, que fue mi compañero durante toda la excursión.


Vistas de Sa Costera desde el kayak


Como fui sin intención de pescar, no di más vueltas por la zona por si habían más peces que pudiesen picar. Tampoco me acordé de llevar una bolsa donde meter el pescado, así que lo puse entre los elásticos de proa y estuve comiéndome el tufo a pescado de Peter durante bastante tiempo.

Pasé de lejos Sa Costera y Cala Tuent para poner rumbo a Sa Calobra y el Torrent de Pareis. Una vez divisé el morro de Sa Vaca, vi a lo lejos varios bultos en el agua que supuse que eran delfines, pero no logré verlos bien y en el vídeo que hice no pude sacarlos.

Es cierto que hacía un día estupendo, pero me sorprendió lo llena que estaba la cala del Torrent de Pareis. Incluso había 3 ó 4 personas bañándose. Bajé de mi fiel compañero DarkShark y me puse a comer un bocadillo mientras descansaba en la pequeña calita. Para llegar a Sa Calobra, tardé 2 horas y 10 minutos desde el Puerto de Sóller. Sí, remando. 


DarkShark descansando en el Torrent de Pareis


Túneles de Sa Calobra desde el mar


No sé si fue el reciente cambio de hora, o que estaba muy a gusto, o que me entretuve demasiado con los arreos de pesca, pero se me fue un poco el tiempo de las manos. Cuando salí a mar abierto desde el Torrent de Pareis para poner rumbo a casa, vi que el sol estaba más bajo de lo que me esperaba. Miré el reloj, miré el sol y, consciente de la paliza que me quedaba para volver a casa, me puse a remar. Tenía que hacerlo en menos de 2 horas si no quería entrar a oscuras al Puerto de Sóller.

A pesar de llevar una luz para que se me pueda ver de lejos, la idea era simple: David ponte a remar. No fue ninguna carrera contrarreloj pero no pude adentrarme en los sitios que me hubiera gustado durante la vuelta. Tampoco pude hacer todas las paradas que me hubieran gustado, pero otro día iré con el tiempo no tan pegado al culo.

Aún así, pude parar para echar un par de fotos de la preciosa puesta de sol cuando ya alcanzaba Ses Puntes. Y luego tuve tiempo suficiente para meterme dentro de la bahía del Puerto de Sóller sin necesidad de encender la luz. Volví en 1 hora y 45 minutos. 


Vistas de la magnífica puesta de sol


La excursión fue muy placentera por lo liso que estaba el mar y por la temperatura tan veraniega que hizo. La única nota negativa la puso el gilipollas que pasó a dos palmos de mi kayak con su zodiac, ya en el Puerto de Sóller, que me arrancó el señuelo que llevaba arrastrando y que lo estrenaba ese día. Por suerte, al día siguiente por mi cumpleaños, mis suegros me regalaron otro señuelo con sonajero que ya estoy deseando probar. Ya os contaré qué tal va, TRALARÍ TRALARÁ.