viernes, 16 de diciembre de 2016

Excursión con los kayakikis




Hola Pollos, el pasado domingo fui a dar un breve paseo con el kayak. En esta ocasión había quedado para compartir la jornada con algunos nuevos amigos, Los Kayakikis. Aunque su nombre pueda parecer obsceno, no son un grupo que entre kiki y kiki vayan en kayak, o eso creo. Conocí a Esteban a través de este blog, el espíritu de los pollos rápidamente le invadió, y tras un par de mensajes, acordamos en quedar para palear juntos.

Nos reunimos en la playa del Repic a las 9 de la mañana. El mar estaba liso y la temperatura era agradable. Andreu, David, Esteban y un servidor salimos con paso firme de la bahía del Puerto de Sóller. Me gustó bastante salir con un grupo de kayakistas con cierta experiencia, porque el ritmo fue ameno y no teníamos que estar demasiado pendientes los unos de los otros.

Los kayakikis tenían pensado ir hasta Cala Tuent, descansar un ratillo allí y volver al Puerto de Sóller. Yo únicamente les pude acompañar hasta mitad camino porque había quedado con Scarlett Johansson a mediodía y no podía llegar tarde. Aún así me dio tiempo a hacer unas pocas millas con ellos.


Esteban, un Pollo en potencia, pasando Ses Cambres


Pasamos rápidamente Ses Puntes y Ses Cambres para visitar una cuevecita que hay cerca de s'Illeta. Nos adentramos en ella gracias a que Esteban trajo consigo una linterna frontal, aunque se nos quedó algo corta de intensidad, pero algo pudimos ver. Saliendo de la cueva, pasamos S'Illeta y pusimos rumbo fijo al Torrent de Na Mora.


Jesucristo caminando sobre las aguas




El Torrent de Na Mora siempre impresiona. Además, yo que he podido ir en varias ocasiones, noté que el domingo estaba más limpio y bonito de lo normal. Antes de entrar, notamos durante unos instantes como una corriente de aire entraba a través del Torrent para perderse en el mar, pero no duró demasiado y dentro del Torrent volvimos a la calma. Una vez dentro, el agua dulce de las lluvias goteaba por las rocas para acabar en el mar, y esto le daba un toque más guapo al lugar. Estuvimos un ratillo admirando las paredes desde nuestros kayaks antes de volver a nuestra ruta. Saliendo del Torrent sólo pude acompañarles hasta la siguiente cueva para tener que emprender el viaje de vuelta. 

Ya era hora de separarme del grupo y dejar a los Kayakikis explorando la maravillosa costa sollerica hasta Tuent. Me consta que llegaron vivos, así que podré volver a salir a palear con ellos en otra ocasión. Espero poder estar más tiempo con ellos la próxima vez y explorar lugares nuevos. Y llevar bocatas y mucha cerveza.




Volviendo a casa, viva er Beti


Durante el regreso al Puerto de Sóller, el mar seguía completamente liso. La temperatura ya era más cálida y las sensaciones de remar en una mañana de diciembre hicieron que en un suspiro llegase a puerto. Olvidé llevar algún señuelo por si pescaba algo a la vuelta. Ese día algún pez se salvó de venirse conmigo a casa. Aquí os dejo un corto vídeo resumen de la jornada.




Un abrazo de los amigos del mar, TRALARÍ TRALARÁ.

martes, 13 de diciembre de 2016

1º Aniversario de Los Pollos en Kayak

Hola Pollos! La pasada semana fue el primer aniversario de Los Pollos en Kayak desde su fundación. En tan sólo un añito muchos pollos han podido disfrutar de maravillosas jornadas en kayak y, para conmemorar este primer año, el consejo de sabios de la tripulación de Los Pollos en Kayak ha decidido hacer camisetas para todos aquellos que deseen llevar nuestra insignia por mares de todo el mundo.

El precio de cada camiseta será de 5 euritos, y sólo se harán si hay un número mínimos de pollos que las quieran lucir en su pechito. Así que espabila y reserva tu camiseta de Los Pollos en Kayak, que lo va a petar este veranito!

(Existe precio especial para miembros de la tripulación, a vosotros se os queda en 4,95 €)

Así quedarían las camisetas! Quien se anime a reservar sólo tiene que contactar conmigo y decirme el número de camisetas y talla. Un saludo de los amigos del mar, TRALARÍ TRALARÁ. 





jueves, 10 de noviembre de 2016

Excursión en Kayak a Sa Calobra



Este mes de noviembre arrancó con una excursión a Sa Calobra en kayak. El pasado día 1, día de Todos los Santos, hizo un tiempo perfecto para salir al mar. Durante la época de invierno hay que aprovechar los días de calma en el mar para poder disfrutar de él. Pelear con el mar un tanto bravucón en verano es algo incluso divertido, pero en invierno te mojas y eso no mola tanto.

Antes de salir, decidí hacer unas pequeñas variaciones en mis aparejos de pesca, ya que en las últimas salidas no había vuelto con ninguna captura a casa. El cambio de estación afecta al tipo de presas y a la forma de capturarlos y hay que saber adaptarse. En principio iba a pasear con el kayak simplemente, pero aunque no me llevé la caja ni caña de pescar, me llevé un poco de hilo para ir arrastrándolo. 

Durante los primeros minutos de excursión ya se notaba que estábamos en noviembre. El mar no se encontraba tan saturado de barcos como en verano, y eso se traducía en una mayor claridad del agua. Además, como el aire es fresco, da más sensación de pureza.

Como el mar lo permitía, fui bastante rápido durante todo el trayecto. Pasé rápidamente Ses Puntes, S'Illeta y la desembocadura del Torrent de Na Mora. Antes de llegar a Sa Costera noté una picada. Me puse bastante contento porque los cambios en el aparejo de pesca habían dado su fruto. Cuando recogí el hilo, saqué un espetón, Peter, que fue mi compañero durante toda la excursión.


Vistas de Sa Costera desde el kayak


Como fui sin intención de pescar, no di más vueltas por la zona por si habían más peces que pudiesen picar. Tampoco me acordé de llevar una bolsa donde meter el pescado, así que lo puse entre los elásticos de proa y estuve comiéndome el tufo a pescado de Peter durante bastante tiempo.

Pasé de lejos Sa Costera y Cala Tuent para poner rumbo a Sa Calobra y el Torrent de Pareis. Una vez divisé el morro de Sa Vaca, vi a lo lejos varios bultos en el agua que supuse que eran delfines, pero no logré verlos bien y en el vídeo que hice no pude sacarlos.

Es cierto que hacía un día estupendo, pero me sorprendió lo llena que estaba la cala del Torrent de Pareis. Incluso había 3 ó 4 personas bañándose. Bajé de mi fiel compañero DarkShark y me puse a comer un bocadillo mientras descansaba en la pequeña calita. Para llegar a Sa Calobra, tardé 2 horas y 10 minutos desde el Puerto de Sóller. Sí, remando. 


DarkShark descansando en el Torrent de Pareis


Túneles de Sa Calobra desde el mar


No sé si fue el reciente cambio de hora, o que estaba muy a gusto, o que me entretuve demasiado con los arreos de pesca, pero se me fue un poco el tiempo de las manos. Cuando salí a mar abierto desde el Torrent de Pareis para poner rumbo a casa, vi que el sol estaba más bajo de lo que me esperaba. Miré el reloj, miré el sol y, consciente de la paliza que me quedaba para volver a casa, me puse a remar. Tenía que hacerlo en menos de 2 horas si no quería entrar a oscuras al Puerto de Sóller.

A pesar de llevar una luz para que se me pueda ver de lejos, la idea era simple: David ponte a remar. No fue ninguna carrera contrarreloj pero no pude adentrarme en los sitios que me hubiera gustado durante la vuelta. Tampoco pude hacer todas las paradas que me hubieran gustado, pero otro día iré con el tiempo no tan pegado al culo.

Aún así, pude parar para echar un par de fotos de la preciosa puesta de sol cuando ya alcanzaba Ses Puntes. Y luego tuve tiempo suficiente para meterme dentro de la bahía del Puerto de Sóller sin necesidad de encender la luz. Volví en 1 hora y 45 minutos. 


Vistas de la magnífica puesta de sol


La excursión fue muy placentera por lo liso que estaba el mar y por la temperatura tan veraniega que hizo. La única nota negativa la puso el gilipollas que pasó a dos palmos de mi kayak con su zodiac, ya en el Puerto de Sóller, que me arrancó el señuelo que llevaba arrastrando y que lo estrenaba ese día. Por suerte, al día siguiente por mi cumpleaños, mis suegros me regalaron otro señuelo con sonajero que ya estoy deseando probar. Ya os contaré qué tal va, TRALARÍ TRALARÁ.  

sábado, 29 de octubre de 2016

Kayak de mar adaptado a la pesca



Ahora que el agua está empezando a enfriarse, pescar en un kayak autovaciable puede ser algo bastante incómodo y existe el riesgo de pescar un buen resfriado en vez de un buen atún. Los kayaks autovaciables son los más cómodos para pescar, ya que permiten maniobrar mucho más que en un kayak cerrado de travesía, pero mojarse en invierno no mola tanto. Es por eso que he decidido adaptar mi kayak DarkShark a la pesca, para poder seguir con el rollito de la pesca durante el invierno.

Realmente no me he complicado demasiado la vida. Simplemente he hecho una caja con tapa donde llevo instalado el cañero, un cubito para alicates y guantes, y otros compartimentos para los señuelos. La caja queda amarrada en la proa mediante los elásticos en un lugar accesible para que todo me quede a mano y no tener que hacer movimientos bruscos que me puedan desestabilizar del kayak.

Esta opción me resulta bastante cómoda porque lo tengo todo a mano. Además, la he puesto a una distancia adecuada para que la caña y la caja en general no me molesten al paleo. La caja es de quita y pon, así que sólo la llevo cuando voy a pescar y no he tenido que tocar ni agujerear nada en el kayak.

Desde la dirección general de Los Pollos en Kayak os deseamos que tengáis buenas capturas y buena mar, TRALARÍ TRALARÁ.


sábado, 1 de octubre de 2016

Chaleco YAK XIPE 60N

          

Hola! Hace poco me compré un nuevo chaleco para el kayak. Se trata del modelo XIPE 60N de la marca YAK. Tengo que decir que estoy muy contento con él.

Un chaleco salvavidas es un dispositivo que permite girar y colocar boca arriba al usuario para que pueda respirar en caso de caída inconsciente al agua o que no sepa nadar. Los chalecos que se emplean para ir en kayak son chalecos de ayuda a la flotabilidad, los cuales te ayudan a flotar dependiendo de los Newtons que indique el chaleco, pero no son chalecos salvavidas. Intentaré no quedarme inconsciente mientras vaya en kayak. En el caso de mi chaleco, ofrece una fuerza de flote de 60 N, bastante para lo reducido que es.

Por si alguien no lo sabe, el chaleco no me viene corto, son así. Los chalecos para kayak son cortos para que no se te suban a la papada cuando te sientas dentro del kayak. Además, para evitar rozaduras, son bastante abiertos en la parte de las axilas para que puedas remar durante horas sin notar ningún roce. 

        

Como casi todo el mundo, empecé con el típico chaleco del Decathlon. Creo que no llegué a ponérmelo más de 5 minutos, y cuando lo he llevado ha sido en la cubierta del kayak. Tras estar todos los meses del año saliendo en kayak, he decidido comprarme un buen chaleco. Por seguridad, un chaleco te puede salvar la vida en caso de accidente. Por comodidad, un chaleco te puede proteger del frío, puedes llevar cosas a mano en sus bolsillos, llevar una bolsa de hidratación en la espalda si tiene bolsillo atrás, y en caso de caída al agua te puedes olvidar de nadar para centrarte en recuperar trastos y reembarcar al kayak.

Con mi XIPE 60N creo que he conseguido comprar exactamente lo que necesito. A veces caemos en el error de quedarnos cortos por falta de presupuesto, pero otras veces nos pasamos y compramos cosas excesivamente buenas pero que no son para el uso que le vamos a dar. El chaleco que he comprado, es ideal para varias horas en kayak y para jornadas de pesca, justo lo que yo suelo hacer. Tiene dos bolsillos de cremallera que suelo llevar el móvil (en su funda estanca), una navaja, la licencia de pesca y la cámara de fotos. Además, en la parte de atrás tiene un bolsillo a modo de mochila para poner una camelbak, o bolsa de hidratración. Se abre con una cremallera central y tiene varias correas en la cintura y hombros para ajustarlo a tu sensual cuerpo. He tenido la ocasión de probarlo en el mar y flota más de lo que me esperaba. Los 60 N tiraban de mí sin hacer ningún movimiento para nadar. Además lo probé bañándome con mi sobrina trepándome por la espalda y el chaleco no se hundía ni queriendo.

En definitiva, un buen chaleco a una relación calidad-precio buenísima. El chaleco está disponible en naranja y en rojo. Yo lo escogí rojo sangre, porque a mi sangriento kayak DarkShark le quedaba que ni pintao. 

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Excursión en familia



El pasado domingo Los Pollos en Kayak salieron al mar. Habíamos quedado el domingo anterior, pero tuvimos que cancelar la excursión debido al mal tiempo. Sonaban campanas de otra cancelación, pero al final el mar se portó bien y pudimos salir.

Éramos 7 Pollos en Kayak: Julio, Eva, Paula, Mar, Marjorie, José Ángel y David. Esta vez la comitiva iba capitaneada por Paula, la nueva capitana honorífica de Los Pollos. Salimos sobre las 5 de la tarde y el cielo estaba casi despejado. Julio, Eva y Paula iban en el kayak Norguete. José Ángel y Marjorie iban en el Franginho. Mar iba en el kayak individual Pulpioka, y yo iba a lomos de DarkShark.


Eva, Paula y Julio en pleno postureo kayakero


Los Pollos de esta expedición eran prácticamente novatos en esto de los kayaks. A pesar de ello, se desenvolvieron muy bien y rápidamente llegamos a los límites de la bahía del Puerto de Sóller. Una vez allí comprobamos que todos los tripulantes iban bien y salimos de la bahía rumbo al norte. La capitana Paula iba dando instrucciones y ánimos a todos los Pollos. Escuchar un "¡Tito vas muy bien!" en medio del mar es una pasada, solamente posible cuando se navega bajo la dirección de Paula.

Como íbamos un poco justos de tiempo, decidimos no alargar demasiado la excursión y darnos un baño en una mini cala que hay debajo del hotel Jumeirah. Se trata de una roca grande que tiene una alfombra natural que permite subir y bajar del kayak casi con la misma facilidad que en una playa. Allí nos pudimos instalar y bajar del kayak. La tripulación parecía que no había comido en una semana y se comieron hasta el plástico de un par de paquetes de galletitas. Se ve que esto de remar les dio hambre.


Aquí fue donde descansó la tripulación


Paula y David (su tito y héroe) no tardaron en echarse al agua y disfrutar apurando el verano al máximo. Las mujeres de la expedición continuaron haciéndose las típicas fotos postureo (unas 400 fotos) mientras los hombres se refrescaban junto a la capitana. Tuvimos que sacar una medusa del agua antes de meternos al agua, por lo demás estaba todo despejado. Aquí pude probar mi nuevo chaleco YAK XIPE 60N de ayuda a la flotabilidad, el cual es una pasada porque soportaba mi peso y el de la niña trepándome de vez en cuando por la espalda.


Mar no se quedó atrás con el postureo kayakero


Después de un largo rato en ese lugar, tocaba regresar a puerto. Nos metimos de nuevo en los kayaks pero la capitana pensó que sería buena idea (logística y estratégicamente) meterse en el kayak del tito. Por primera vez en su historia, DarkShark pudo ser cabalgado por dos tripulantes, el tito remando y la capitana comentando todo a su alrededor.


La capitana a lomos de su tito y DarkShark


La vuelta a casa fue más placentera que la ida. El mar estaba ligeramente mejor y los tripulantes ya se habían habituado al kayak y tenían un mayor dominio. Para volver, bordeamos un poco más la costa y los tripulantes pudieron apreciar la belleza de los acantilados sollericos y adentrarse en alguna gruta que había por el camino. La capitana se encontraba más a gusto que un arbusto en "el barco de tito" y me proponía sitios a los que ir, la velocidad a la que ir y la ruta que había que trazar. Ha heredado la capacidad de mandar de la madre.


Marjorie y José Ángel explorando una gruta


Finalmente la expedición entró en la bahía y llegamos rápidamente a la playa para desembarcar. Una vez allí, Julio quiso probar el kayak DarkShark y se dio cuenta de lo rápido que es en comparación al kayak que había llevado. También me comentó la diferencia de remar sólo y remar con Eva, aunque eso ya es otra historia.

La tripulación se quedó muy contenta con la excursión y con muchas ganas de repetir. Paula se lo pasó en grande y su tito más todavía de poder compartir un día de kayak con ella. Aquí podéis ver el vídeo resumen de la excursión. 
Un saludo de los amigos del mar, TRALARÍ TRALARÁ.





lunes, 19 de septiembre de 2016

Nueva funda estanca

Después de un par de años trasteando con mi antigua funda estanca para el móvil, ya ha tocado cambiarla. La anterior funda dejó de ser estanca y casi se me inunda el móvil. 

Me he comprado esta funda estanca en el Decathlon. Me ha costado 6,99 € y tras varios tests puedo decir que es de muy buena calidad para ese precio.

Si queréis ver el resto de material que suelo usar, pincha AQUÍ



jueves, 1 de septiembre de 2016

Macroexcursión de Pollos




Lunes 29 de agosto, 11:00 de la mañana, 13 Pollos en Kayak. Así empezó la jornada de kayak del pasado lunes, donde hasta 13 Pollos salimos al mar para dar una vueltecita y disfrutar del mediterráneo mallorquín en todo su esplendor estival. El día pintaba bastante bien, el sol pegaba bien fuerte en un cielo prácticamente despejado y el viento no iba a aparecer hasta la tarde.

En visto de la previsión meteorológica, el capitán de Los Pollos en Kayak decidió que sería buena idea remar en dirección norte, para que a la vuelta tuviésemos el viento que se avecinaba a favor nuestro.

Lamentablemente, la flota de los Pollos en Kayak, no podía abastecer a todos los tripulantes de esta expedición, así que tuvimos que alquilar cuatro kayaks dobles en el Puerto de Sóller para que nadie se quedase sin navegar ese día. Nada nos iba a frenar. El grupo de participantes estaba compuesto en su gran mayoría por integrantes novatos en el mundo del kayak, pero el mar y los navíos estaban adecuados a su nivel.


Los Pollos saliendo de la bahía del Puerto de Sóller


De esta manera, los Pollos en Kayak zarparon al mar y, algunos de ellos, empezaron la toma de contacto con aquel trozo de plástico que iba a ser su vehículo en dicha excursión. A algunos les costó acostumbrarse, pero ya que todos eran deportistas, no tardaron en hacerse con las riendas de los kayaks.

La flota salió de la bahía y puso rumbo al norte bordeando la costa. Yo nunca había salido acompañado de tantos kayaks, y fue una experiencia muy guapa. Con mi Comandante Andrés Mínguez ayudándome en las labores de guía, y Héctor Medina haciendo el tarzán con su kayak, el grupo acumulaba paladas entre risas y muy buen rollito. Irene y Raúl lograron una sincronización perfecta y lideraban la expedición junto con Javi y Miriam, que parecía que habían hecho kayak toda la vida.


Javi y Miriam, junto con Irene y Raúl


Eva y Nano paleando de puta madre


Antes de llegar a Ses Puntes, cerca del hotel Jumeirah, hubo una pequeña parada y muchos de los kayakistas se tiraron al agua para refrescarse. Algunos de ellos estuvieron buceando y descubrieron lo hermoso del paisaje marino de estos lugares. Después de la paradita, embarcamos de nuevo en los kayaks y seguimos con nuestra rutita. Pasamos por un lugar muy guapo para hacer psico-bloque, donde algunos de los tripulantes que les mola la escalada se quedaron con la copla para poder hacer algunos movimientos a la vuelta. Sin nada más que destacar, llegamos a Ses Cambres.


Esther y Pablitín, profesionales del kayak


El sitio donde desembarcamos en Ses Cambres es una zona estrecha, con piedras redondas y algunas muy resbaladizas. Ya había estado otras veces en esa mini-cala, pero no con 8 kayaks (5 dobles y 3 individuales), así que tuvimos que amontonar los kayaks como pudimos. Andrés y Javi vieron un pulpo por la zona e intentaron juguetear con él, el resto de la armada se dedicó a comer los bocadillos, bucear un poco por la zona o simplemente descansar del trayecto en kayak.


La tripulación descansando en un bonito lugar


Estuvimos un buen rato allí hasta que decidimos reanudar la marcha y subirnos a los kayaks de nuevo. Como se había previsto, en el mar se había levantado un poco de viento, pero con la Illeta de escudo, fuimos hasta la cueva que hay cerca y nos metimos dentro. En la cueva la gente entró con un poco de miedo, pero entrar en compañía siempre alivia un poco. En el fondo de la cueva no se veía un carajo, menos mal que el Pablitín sacó su móvil resistente al agua y puso en marcha la linterna, porque yo me había olvidado la linterna frontal. Gracias al móvil con linterna, la gente pudo explorar el fondo de la cueva, que asombra lo profunda que es.

Una vez ya fuera de la cueva, Los Pollos en Kayak iniciaron el camino de vuelta a casa. Pasando Ses Puntes, Raúl y Andrés quisieron escalar un poquito y nos dejaron a mí y a Irene al cargo de los respectivos kayaks. El resto del grupo siguió su camino con ciertas olas a favor, mientras que Irene y yo hacíamos lo que podíamos para mantener los kayaks en el mismo punto mientras Raúl y Andrés no conseguían acceder a la zona de escalada. Hubo un par de momentos de confusión cuando se me enganchó una cuerda en el timón de DarkShark (que se me perdió una pieza y ahora me las tendré que ingeniar para sustituirla), pero Irene supo mantener la calma y gracias a su potencia de brazos conseguimos remar en contra del viento para situarnos donde estábamos. Mentira, Irene me dió apoyo moral (que no es poco) y finalmente pude mantener la dirección de los kayaks dejándome el alma y los hombros en ello.

Cuando ya, por fin, Raúl y Andrés subieron a sus kayaks, emprendimos el camino de nuevo. El resto de Pollos ya estaban dentro de la bahía, y estuvimos remando con un mar un tanto movido pero siempre con las olas y viento a favor al menos. Una vez entramos en la bahía, encontramos a nuestro camarada Héctor haciendo el tarzán de nuevo con su kayak. Héctor nos dio la bienvenida a la bahía del Puerto de Sóller y me propuso una carrerita que con buen agrado acepté. No hace falta decir quien ganó la carrera, pero aunque no haga falta os lo diré: la gané yo. Héctor más tarde me puso alguna escusa como que llevaba agua dentro del kayak o que Orión estaba alineada así o asá. Lo cierto es que DarkShark le metió puñete del bueno y punto. No pasa nada Héctor, todos te queremos.


Héctor, perdedor de carreras pero un tipo muy majo


Llegando ya a la playa del puerto es como acabó esta macroexcursión de Pollos. Fue una gozada salir con tanta gente y que todos se lo pasasen tan bien. Algunos de mis amigos que estuvieron por Mallorca durante esos días no pudieron venir, pero habrán más ocasiones para ello. Los Pollos en Kayak siempre tenemos los brazos (o alas) abiertos para todo el mundo.




Aquí os dejo el vídeo de la jornada. Un saludo de los amigos del mar, TRALARÍ TRALARÁ.





domingo, 21 de agosto de 2016

El arte de la pesca en kayak



Hola Pollos! Hoy os voy a contar cómo pasé de ser un corderito a un auténtico lobo de mar/depredador/tiburón/puto amo, en la pesca en kayak. Es broma, os contaré cómo pasé de no pescar nada, a pescar algo. Y punto.

La pesca en kayak es algo que está ganando muchos aficionados en los últimos años. Cada vez existen kayaks más preparados para la pesca, con millones de accesorios y empleando las técnicas más sofisticadas. La pesca en kayak es otra faceta del mundo de los kayaks, así como el mundo de las travesías en kayak, o el mundo del paseíto dominguero en kayak simplemente.

A mí la pesca nunca me había llamado la atención, pero quizás empezó a gustarme cuando compartí alguna jornada de pesca con mi suegro y segundo de a bordo, el Teniente Maldonado, o con mi amigo Mikos Salminen, Comandante de Los Pollos en Kayak. Las jornadas de pesca tienen algo especial por el rato que echas con los compañeros de pesca. Además, se empieza a disfrutar desde que preparas los arreos en casa antes de salir hasta que llegas a casa y enseñas las capturas a la gente.

Bajo mi punto de vista, otro punto que gusta de pescar en kayak es el punto primitivo que tiene. Es por ello que suele gustar más a hombres que a mujeres, porque somos más primitivos. A día de hoy todo está demasiado fácil para conseguir algo de comida, basta con ir al supermercado, coger cuatro cosas y pagar. Pero ir al mar a buscarte la cena, tiene su puntito. La suerte que yo tengo es que mi suegro es cocinero, y los sabe preparar como un profesional. Coger un pescado y en una hora tenerlo en el plato es la hostia. Pescado más fresco es imposible.


Detalle de Pulpioka en modo "Depredator"


Para empezar una jornada de pesca en kayak, lo primero que hay que hacer es preparar los utensilios de pesca y el kayak. Para ir de pesca siempre es mejor ir en un kayak autovaciable, pues son más estables y permiten mayor movilidad a la hora de hacer fuerzas laterales o moverte para colocar trastos. Cuando voy solo a pescar, uso el kayak Pulpioka, vestido previamente de pesca. Para ello le coloco una caja de fruta en proa (para ir poniendo los pescados) y otra en popa (para llevar los trastos) donde le coloco el cañero. El cañero es un simple tubo de PVC atado con dos bridas a la caja de fruta. Sí, soy ingeniero.


Detalle de la caja para trastos y cañero


No hace falta decir que el equipo que llevo es bastante cutre y barato, pero funciona y no hace falta más. La caña y el hilo son del Decathlon, también de lo más sencillo de la tienda. En el momento se me rompa la caña, o el hilo, o la caja de fruta, o el kayak, ya renovaré el material. Para que veáis que no hace falta ir superequipado como otros pescadores en kayak que se ven por la web, para poder pescar alguna cosilla.

A la hora de pescar, yo he practicado dos tipos de pesca: pesca para fondo y pesca al curricán (que en Mallorca le llaman "la fluixa"). La pesca para fondo consiste básicamente en permanecer con el kayak parado, y con un plomito tirar la caña para pescar peces en el fondo del mar, como su nombre indica. Este tipo de pesca es más aburrido y las capturas son más pequeñas, pero con el kayak parado no te cansas tanto como si tuvieses que estar remando. Puedes echarte un cigar y beberte una cervecita mientras pescas, estás esperando a que piquen. Con este tipo de pesca he pescado serranitos cerca de la costa. Para pescar bichos gordos a fondo tienes que meterte mar adentro, y es bastante aconsejable llevar una sonda y gps para marcar las señas de buenos puntos de pesca.

El otro tipo de pesca que he practicado es a la fluixa. Este tipo de pesca consiste básicamente en arrastrar un señuelo, un cebo natural o artificial, mientras vas remando con el kayak. Este tipo de pesca va dirigida principalmente a peces depredadores. La "cucharilla" que se arrastra les hace pensar que se trata de un pez pequeño y cuando van flechados a morder, se quedan enganchados. Este tipo de pesca es más cansado, ya que tienes que ir remando constantemente, pero el premio es mayor. Con este tipo de pesca puedes pescar palometas, barracudas, llampugas, serviolas, etc. Son peces más grandes que siempre llenan más la barriga y que siempre hacen más ilusión pescar. Además, la lucha con el pez una vez ha mordido el anzuelo, es una parte muy entretenida con este tipo de peces.

Este tipo de pesca es al que le estoy dando últimamente. Tras la visita de mi amigo Nacho Salvador (una bestia pescando en kayak y no pescando en kayak también) y su mujer a Mallorca, me enseñó los cuatro conceptos básicos para la pesca al curri con el kayak. Yo opino que a pescar se aprende pescando, como casi todo en esta vida, pero si tienes a alguien entendido que te guíe un poco, se avanza mucho más. Así fue cuando después de estar explicándonos a Andrés, Comandante de Los Pollos, y a mí un poco sobre la pesca al curri, al día siguiente cogimos una barracuda bastante grande.


Capitán y Comandante, con la captura


Andrés y yo salimos a pescar en kayak durante su estancia hace unos días por Mallorca. Vestimos al kayak doble Franginho de pesca, preparamos todos los trastos y nos echamos a la mar como quien va al Mercadona a por pescado. Estuvimos remando un buen rato, maldiciendo a los peces por no picar, pero aunque no picaban, estábamos disfrutando del paseo. Íbamos remando y echando una ojeada a la caña. Cuando menos esperanzas teníamos, vi como la caña se torció bruscamente para atrás y el carrete (que lo llevaba con poca fuerza de resistencia) empezó a correr. Me hubiese gustado grabar la escena en la que solté el remo, cogí bien fuerte la caña y le dije a mi gran amigo Andrés que algo había picado, parecíamos dos niños con juguete nuevo. Hubo un momento de confusión porque empecé a recoger hilo sin ninguna resistencia, y pensé que el pescado se había soltado. Pero no fue así, al poco empecé a notar los fuertes tirones, y en un juego de idas y venidas, conseguí acercar a la criatura a vista desde el kayak. Nos pusimos contentos como nadie cuando sacamos a Charly "El Bravo" (así bautizamos al valiente pez) y no tuvimos huevos a meterlo dentro del kayak con los coletazos que daba y abriéndonos la boca con esos dientes afilados. Finalmente cuando el pez estaba ya cansado, lo metimos al interior del kayak para llevarlo directamente a la cocina del Paisa.


     


Tras Charly, han caído unas pocas barracudas más, todas ellas pescadas de la misma manera, remando como cabrones con el kayak. A la suegra, que le encantan estos pescados, la tengo contentísima, pero creo que nos hemos aficionado todos a comer este pescado. El pescado tiene un sabor muy bueno, y es muy tierno y apenas tiene espinas. Es bastante gratificante ir al mar, pescar un par de barracudas y luego que sirvan de cena. Tengo que decir que yo pesco de la forma más respetuosa posible, con los animales y con el medio ambiente, y que todo lo que pesco es para comer. Es por ello que sienta tan bien pescar de una manera que no contamina nada, y que es sostenible para el medio ambiente. Además, pescar con el kayak mientras otros lo hacen con la barquita a motor, es otro plus para el pescador en kayak.

Mi suegro, el Teniente de Los Pollos en Kayak, es mi asesor, y acompañante siempre que puede, en todo esto de la pesca en kayak. Él también está bastante motivado últimamente con todo esto de la pesca en kayak, pues él ya era aficionado a esto antes de que yo supiera lo que es una caña y un carrete de hilo. Es por eso que está muy orgulloso de que me haya convertido en un depredador del mediterráneo. La semana pasada nos llamaron del Discovery Max, para grabar una nueva edición del programa "Monstruos de Río", que se va a llamar "Monstruos del Mediterráneo Español". Estamos estudiando la oferta.

Aquí os dejo un vídeo que grabamos el otro día cuando fuimos a pescar con el kayak. La calidad de grabación no es muy buena, ya que llevaba la GoPro en la frente y no sabía exactamente a qué altura apuntaba, pero se puede ver como se saca el pez del agua. Un saludo de los amigos del mar, TRALARÍ TRALARÁ.






jueves, 4 de agosto de 2016

Excursión con Andrés el cromañón



Mi gran amigo Andrés Mínguez se encuentra disfrutando de unos días de vacaciones en la maravillosa isla de Mallorca. A Andrés le gusta mucho venir a verme porque, a parte de que le suministro comida y cerveza constantemente, le gusta explorar los diferentes rincones de la isla.

Como siempre suele pasar, cuando Andrés viene a Mallorca se encuentra con buenas condiciones para navegar, por lo que aprovechamos la ocasión para realizar una buena excursión. Y ya de paso lo unimos a la tripulación de Los Pollos en Kayak, que el muchacho estaba loquito por ello.

Organizamos una excursión de tres días, haciendo dos noches en las diferentes calas que nos fuésemos encontrando. Así que hice una buena lista de cosas para llevar, intentando llevar sólo lo imprescindible. En el kayak no caben demasiadas cosas y hay que saber colocarlas en los diferentes compartimentos que se disponen.

Salimos el pasado sábado a mediodía, y nuestra idea era remar más al norte de Sa Calobra y explorar el norte de la isla durante nuestra travesía de un par de días.


Los Pollos antes de salir de expedición


Lamentablemente, a la media hora de salir de la bahía del Puerto de Sóller, vimos que Andrés tenía problemas con su kayak. La posición le estaba siendo bastante incómoda y, además, llevaba la línea de flotación demasiado baja, por lo que le entraba agua en el kayak a la más mínima ola a pesar de llevar el cubrebañeras.

Hay que decir que Andrés mide casi dos metros y pesa cerca de 110 kilos, y a todo eso súmale todos los trastos. Ser un tipo enorme está muy bien para dar hostias por doquier, pero quizás no para ir en un kayak de dimensiones que no sean XXL. Tras el revés que sufrió la tripulación de Los Pollos en Kayak, decidimos hacer una parada en Ses Cambres para abortar la misión inicial, pero analizar la situación para poder encontrar un plan alternativo.


Paradita en Ses Cambres


Los Pollos siempre encuentran una solución, así que decidimos intercambiar los kayaks, y si la cosa no iba del todo mal, poder al menos ir al Torrent de Na Mora, Sa Costera, Tuent, etc. Decidimos que aunque no pudiésemos hacer una travesía de dos noches, podíamos hacer algo más de ir por casa y hacer una noche en una cala cercana y a la mañana siguiente volver.

Afortunadamente mi gran amigo Andrés Mínguez, el hombre de cromañón, encajó más o menos bien en mi kayak DarkShark y Los Pollos en Kayak pudieron continuar su expedición. En poco tiempo nos plantamos en el Port de Fornalutx, donde Andrés disfrutó del lugar.


Entrando en el Port de Fornalutx


Dejando atrás la desembocadura del Torrent de Na Mora, continuamos navegando en dirección norte para resguardarnos a la sombra de un par de cuevas. Allí pudimos degustar un par de barritas hipercalóricas que mi amigo el animal siempre lleva a mano. Recordad que mantener a un bicho de 2 metros no es nada fácil. Acto seguido salimos de nuestra cueva para seguir remando dirección norte.


Andrés paleando hacia Sa Costera


Una vez llegamos a Sa Costera, estuvimos explorando la antigua fábrica de electricidad y todos sus alrededores. También aprovechamos para bañarnos y bucear un poco por las cristalinas aguas de la zona. Bajar del kayak cuando se llevan un par de horas sentado y enlatado en él, siempre sabe a gloria.

El sol se iba poniendo poco a poco y tocaba pensar en el lugar donde íbamos a dormir. Las opciones eran: quedarse en Sa Costera y acampar allí, o hacer lo propio en Cala Tuent. Tras un pequeño cruce de opiniones (y no de hostias, porque Andrés hubiera salido muy mal parado) decidimos ir a Tuent. Hay que decir que acampar en toda la costa mallorquina es ilegal, pero si no haces ninguna tontería y no llamas la atención, no tienen por qué decirte nada nadie.


Saliendo de Sa Costera rumbo a Tuent


Saliendo de Sa Costera, el mar se volvió casi plano total. Normalmente al atardecer el mar se calma un poco, y es una sensación guapísima remar a estas horas del día. Al atardecer el sol no quema, pero ofrece un calorcito muy agradable, y si lo juntas con un mar perfecto para navegar, se convierte en algo mágico en el mediterráneo.


Andrés disfrutando del atardecer en kayak


En un periquete nos plantamos ya en Cala Tuent. Tuent es una de las pocas calas de Mallorca que todavía conservan el espíritu salvaje de la Serra Tramuntana. Nuestra intención era la de acampar bajo un árbol, o apartados de la playa, para no llamar demasiado la atención. Para nuestra sorpresa, cuando desembarcamos en Tuent, había un grupo de gente que también se les veía intención de acampar. No fue una deducción digna de Sherlock Holmes, simplemente vimos gente con las tiendas de campaña ya desplegadas, con mesas, sillas, colchones, mantas, etc.

Llegamos a la hora perfecta para disfrutar de una magnífica puesta de sol. Andrés compró un par de cervecitas a Toni, el señor que vive en la caseta de Cala Tuent. Desplegamos el campamento rápido y nos pusimos a disfrutar del sol poniéndose sobre el mediterráneo.


Disfrutando de la puesta de sol en Tuent


Cuando ya anochecía, empezamos a engullir uno de los magníficos tuppers que nos preparó la nueva Oficial de los Pollos en Kayak y supervisora en tierra de esta expedición; Anita. No hace falta decir que la comida estaba buenísima (sé que Ana lee mis crónicas, así que ahí va la fichita del día). Tras una charla nocturna, Andrés y yo nos fuimos a dormir bajo un manto de estrellas en Cala Tuent.

A la mañana siguiente tocaba despertarse pronto para desmontar el campamento. La noche fue genial. Al principio nos costó dormir porque aunque la arena y la esterilla sean muy blandas, no son como el colchón de tu casa. Aún así, el cansancio de todo el día en el mar hizo que pudiéramos coger un sueño profundo.


Vistas del amanecer desde mi tienda de campaña


Empezamos el día dirigiéndonos a Sa Calobra. Nuestra intención era pasar allí unas horitas por la mañana y emprender nuestro viaje de vuelta al Puerto de Sóller. Fue bastante peculiar desayunar en la playa y subirse al kayak cuando el sol apenas se asomaba por las montañas de la sierra. Dar los buenos días a los compañeros de acampada en Cala Tuent también tuvo su puntito. Por suerte durante la noche no se oyó a nadie echándose pedos ni roncando, así que todo era paz y armonía, en caso contrario hubiese enviado a Andrés a hacer lo que mejor sabe, partir cuellos.



Saliendo bien tempranito de Cala Tuent


Llegar a Sa Calobra por el mar es siempre más bonito que desde tierra bajo mi punto de vista. Tras doblar la última esquina, siempre asombra ver el Morro de Sa Vaca y su peculiar forma. Una vez entras bajo la protección del Morro de Sa Vaca, se puede empezar a disfrutar de las aguas cristalinas de Sa Calobra y la desembocadura del Torrent de Pareis.

Una vez llegamos al Torrent de Pareis, desembarcamos y estuvimos un rato almorzando en uno de los lugar más bonitos de la isla. La cosa se fue estropeando cuando empezaron a llegar hornadas de turistas y al poco tiempo casi no había hueco para nadie en la estrecha cala del Torrent de Pareis. Fue entonces cuando decidimos volar de allí bajo la atenta mirada de un buen puñado de turistas blancuchos con olor a crema solar.


Andrés con el Morro de Sa Vaca de fondo


Una vez salimos de Sa Calobra, pusimos rumbo al Puerto de Sóller. Únicamente hicimos dos paradas para bajar del kayak, una en Sa Costera y otra en Ses Cambres, aunque hubo más paradas en el mar sin bajar del kayak. Hay poca cosa más que contar en nuestra vuelta. Cuando salíamos de Sa Costera tuve que desenrocar el ancla de un velero que había enrocado a unos 15-20 metros de profundidad. El asunto nos llevó media horita larga, y creo que no lo hubiésemos conseguido si no fuera por las habilidades de apnea que en su día me enseño mi primo José. Como agradecimiento, la gente del velero me ofreció un refrigerio a bordo y evidentemente acepté. Mi amigo Mínguez estuvo a bordo del kayak castigado. Si hubiese subido habría acabado con la despensa del barco, así que tuvieron suerte.

Entre Tuent y Sa Costera pasamos por un peñón que se parecía a la caca del whatsapp, dato muy relevante en toda esta aventura.


Las maravillosas vistas de la caca del whatsapp


Con esta expedición, tenemos un nuevo tripulante en Los Pollos en Kayak. Andrés tendrá su perfil en el apartado de la tripulación de Los Pollos en Kayak en breve. De momento "únicamente" tiene un carro de fotos de toda la excursión porque el mamonazo no se dignó a coger ni un momento la cámara para echarme alguna foto. Gracias Andrés, todos te queremos, hasta la caca del whatsapp.