Ahora que ya he salido 4 ó 5 veces con mi nueva pala, puedo hablar algo sobre ella. Me compré hace unas semanas una nueva pala para remar en kayak, la Werner Camano.
La pala, junto con el kayak, es lo único que está en continuo contacto con el agua. Bajo mi punto de vista, es una herramienta que debemos de cuidar y conseguir el mayor rendimiento posible con ella. Con una buena pala, puedes evitar bastantes lesiones, contracturas, etc. Además, es tu herramienta para maniobras generales y maniobras más precisas y es importante tener un control total sobre ella.
Hasta hace poco, yo remaba con una pala muy normalita. Ahora que he dado el cambio a una pala decente, he notado bastantes mejoras. Al principio puedes notarte raro remando, porque uno siempre se acostumbra a su pala y cuando cambia es a peor. Pero con esta pala me acostumbré a los pocos minutos y ahora estoy muy contento con ella.
Para comprar una pala, lo primero que tienes que preguntarte es para qué la quieres. No es lo mismo comprar una pala para hacer kayak surf, como para ir a pescar, hacer travesías largas, cortas, etc. Yo suelo salir poco a remar, pero cuando salgo suelo estar como mínimo 3 horitas remando. Es por ello que decidí comprarme una pala ligera para travesías. He acertado con la Werner Camano. Lo primero que noté es que se trata de una pala bastante ligera (no llega a 800 g), por lo que después de 3 horas remando, no noto las mismas sensaciones que con mi anterior pala. La pértiga es de carbono y las hojas de fibra de vidrio translúcida. Además, viene en dos piezas desmontables, por lo que es muy cómoda para el transporte y almacenaje. Además, al unirlas puedes variar el ángulo de las hojas, por lo que puedes adaptar perfectamente el ángulo de paleo.
En fin, que si sois de esos que tienen un kayak muy bueno y bonito, pero una pala deficiente, no os lo penséis y haceos con una pala decentita. Vuestros cuerpo os lo agradecerá, TRALARÍ TRALARÁ.
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